Tras el periodo vacacional retomamos las entradas semanales de nuestro blog y no cabía discusión a la hora de decidir cuál debía ser la primera.
Comienza un nuevo curso, pero en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León ya nada será igual. Faltará el Catedrático de Anatomía Patológica Valentín Pérez, que falleció el pasado 7 de agosto de forma repentina dejando un gran vacío.
Valentín era natural de Usurbil (nacimiento en Donosti), y en Gipuzkoa pasó parte de su juventud hasta trasladarse a Zaragoza donde se licenció con el mejor expediente de su promoción en la Facultad de Veterinaria para doctorarse en 1992 en esa misma facultad. Posteriormente, en el curso 1995-96 se incorporó a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León (ULE) para comenzar con su carrera docente y continuar con su carrera investigadora. Era Diplomado del «European College of Small Ruminant Animal Health and Management» y, por examen, del prestigioso «European College of Veterinary Pathologists« demostrando su gran valía como patólogo. Además, cabría destacar sus estancias en centros como el Moredun Research Institute de Edimburgo y la Universidad de California en Davis. Valentín ha sido uno de los patólogos veterinarios de mayor reputación a nivel mundial y sus líneas de investigación se han enfocado en el estudio de las enfermedades infecciosas y parasitarias de los rumiantes, trabajando intensamente en la patogenia y respuesta inmunitaria de la paratuberculosis. Su currículo cuenta con más de 140 publicaciones científicas entre las que destacan sus trabajos sobre la clasificación de lesiones histopatológicas de la paratuberculosis en rumiantes domésticos. Por otra parte, Valentín era una persona muy comprometida con la gestión universitaria y tras ostentar diferentes cargos, en 2018 fue nombrado Director del Departamento de Sanidad Animal de ULE.
Durante toda su trayectoria ha mantenido colaboraciones con el Departamento de Sanidad Animal de NEIKER y los que hemos tenido la suerte de colaborar con él, siempre le recordaremos por su gran capacidad intelectual, disposición, entrega, bondad y humildad, mezclado con grandes dosis de sentido del humor. Tras su fallecimiento hemos tenido la oportunidad de leer numerosos comentarios en redes sociales de personas que han tratado con él (compañeros/as, colaboradores/as, alumnos/as…) y todas enfatizan su gran componente humano, así como su capacidad de compartir y transmitir conocimientos. Suscribimos todos esos comentarios, pero sobre todo mantenemos que desde su partida “el cielo es ahora más sabio y la tierra más huérfana”.
Valentín, tus compañeros y amigos del Departamento de Sanidad Animal de NEIKER nunca te olvidaremos.