El aborto bovino origina elevadas pérdidas económicas en las explotaciones de leche y de carne de todo el mundo. La etiología puede ser muy variada, pero son las causas infecciosas las que se investigan con mayor frecuencia en los laboratorios de diagnóstico. Las alteraciones de tipo genético, diferentes tóxicos, o fenómenos de estrés pueden también desencadenar la pérdida de la gestación. Con una elevada probabilidad se produce una infraestimación de estas causas, ya que no se investigan rutinariamente. Una gran variedad de agentes infecciosos pueden causar aborto en el ganado bovino, muchos con una distribución mundial. De todos ellos podríamos destacar agentes parasitarios (Neospora caninum, Trichomonas foetus), infecciones víricas (BVDV, BHV-1, Schmallenberg…), bacterias (Trueperella pyogenes, Leptospira spp., Coxiella burnetii…) y hongos (Aspergillus spp.). Algunos de estos agentes bacterianos (Brucella spp., Leptospira spp., Coxiella burnetii) pueden incluso infectar a la especie humana (zoonosis) provocando problemas de salud pública. En el caso de la brucelosis la Comunidad Autónoma Vasca posee el estatus de oficialmente indemne desde el año 2013. En esta recopilación se incluyen los casos de aborto bovino (n=151) recibidos en NEIKER entre los años 2014-2018. Las muestras consistieron básicamente en fetos, placentas, fluidos vaginales, y suero y sangre de la hembra abortada y de otros animales en riesgo. Se estableció una clasificación de los casos en “confirmados” (aislamiento bacteriano o detección de ADN/ARN, y lesiones histológicas características), “compatibles” (cuando fallaba la presencia de lesiones características) y “sin diagnóstico”. Como resultados a destacar señalar la importancia de Neospora caninum. A día de hoy sigue siendo la primera causa de aborto aunque lejos de los porcentajes observados años atrás. Este hecho puede ser debido al control basado en el sacrificio de animales seropositivos. La infección por el virus BVD continua siendo la segunda causa de aborto, lo que pone de manifiesto fallos en la bioseguridad de las explotaciones. Entre los agentes bacterianos se han confirmado varios casos de aborto por Leptospiras no adaptadas al bovino, en concreto por la serovariedad Pomona adaptada a los suidos (jabalí), por Trueperella pyogenes, especie frecuente en el entorno de las explotaciones bovinas, y por Salmonella spp. Entre los casos considerados “compatibles” destacar la infección por Coxiella burnetii en varios casos sin lesiones histopatológicas, o la sospecha del virus IBR (BHV-1) al detectarse lesiones compatibles en el hígado de un feto sin confirmación etiológica. Como conclusión, sigue siendo necesario mantener la vigilancia de los casos de aborto en las explotaciones bovinas con el fin de tratar de llegar a un diagnóstico. Para ello, se recomienda enviar las muestras apropiadas (feto, placenta, suero y sangre) a laboratorios especializados. Si se identifican las causas será más fácil implementar medidas de control eficaces.