¿Otra vez la Peste Porcina Africana? Si las cosas no se toman en serio y no se hacen bien, muy posiblemente. Y ¿por qué otra vez?, porque ya estuvo aquí desde 1960 hasta 1995, cuando se dio por erradicada en el estado.
En 2007, tras años en los que sólo era enzoótica en Cerdeña, se detectó su presencia en Georgia. A partir de ese momento, los movimientos comerciales de suidos tanto domésticos como salvajes, el difícil control de la fauna silvestre, y la cada vez más frecuente costumbre de los cazadores de acudir a los países bálticos o a Europa del este para abatir jabalíes de mayor tamaño, han hecho que la propagación de la infección se esté convirtiendo en una amenaza.
La Peste Porcina Africana (PPA) está causada por un virus del género Asfivirus, que entre otras cosas se caracteriza por permanecer viable largos periodos de tiempo en sangre, heces y tejidos de los animales infectados incluso después de muertos. Afecta a los suidos, pero algunos de ellos, como los suidos silvestres africanos, sólo actúan como portadores. Sin embargo, tanto el cerdo doméstico como el jabalí europeo se encuentran entre los suidos que pueden padecer la enfermedad, de aquí el gran problema que puede suponer en Europa. La enfermedad se caracteriza por fiebre alta, pérdida de apetito, hemorragias de la piel y órganos internos, y muerte entre 2 y 10 días tras la aparición de los síntomas.
La infección se produce principalmente por contacto directo entre animales infectados o por la ingesta de sus restos, a través de garrapatas blandas del género Ornithodoros, que actúan como vectores, y también a través de vehículos, utensilios, locales o prendas contaminados tras la manipulación de animales infectados. Además, el virus puede permanecer viable en restos de carne y sus derivados que no hayan sido sometidos a altas temperaturas, por lo que hay que ser muy cuidadoso con la compra de productos cárnicos en países endémicos de forma particular y con su eliminación en contenedores de zonas recreativas a los que el jabalí puede acceder fácilmente.
En definitiva, el control de los movimientos de los animales de riesgo (porcino y jabalí) y de sus productos es fundamental para evitar que la PPA sea introducida en el estado español. Esta labor exige la colaboración de las administraciones territoriales, de los sectores ganaderos implicados, de los cazadores y del ciudadano de a pié, ya que debemos conocer que el virus puede viajar con nosotros en la ropa contaminada o en los productos cárnicos de origen porcino.
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