Hoy en día los Sistemas de Información Geográfica (SIG o GIS, en su acrónimo inglés – Geographic Information System) se utilizan en áreas tan diversas como: la arqueología, la sociología, la planificación urbana, evaluación de impacto ambiental, investigaciones científicas… Pero, ¿qué son y para qué sirven? Hagamos un poco de historia. En 1854, el Dr. John Snow, cartografió la incidencia de los casos de cólera en un mapa del distrito de Soho en Londres. Este “SIG”, quizás el ejemplo más temprano del uso de Sistemas de Información Geográfica, permitió localizar con precisión un pozo de agua contaminado y asociarlo a los brotes de cólera ocurridos. En el año 1962, se vio la primera utilización real de los SIG, donde el Departamento Federal de Silvicultura y Desarrollo Rural de Ottawa (Canadá), utilizó esta herramienta para almacenar, analizar y manipular datos recogidos para el inventario de tierras de ese país. Dicha iniciativa fue orientada a cartografiar tipos y usos de suelo, datos agrícolas y de vida silvestre, espacios de recreo, aves acuáticas y silvicultura.
Así, los SIG se pueden definir como una integración organizada de hardware, software y datos geográficos diseñada para capturar, almacenar, manipular, analizar y desplegar en todas sus formas la información geográficamente referenciada, con el fin de resolver problemas complejos de planificación y de gestión. Por lo tanto, y en relación con la biología, o la sanidad animal por ejemplo, permitirían: realizar la representación de datos (distribución de especies, localización de explotaciones, incidencia de brotes o epidemias) a través de mapas, dar resultados sobre zonas potenciales donde localizar focos de enfermedades, así como los mecanismos de dispersión, crear modelos para pronosticar la posible expansión de una especie invasora y realizar el estudio de animales infectados por un virus, parásito o una bacteria, mediante el seguimiento de los lugares por los que se han movido.
Hay numerosos ejemplos de investigaciones donde han utilizado esta herramienta SIG para examinar la distribución geográfica de determinados parásitos, virus o bacterias, identificando las áreas de riesgo para el ganado y tratando de caracterizar los posibles indicadores de aparición de la enfermedad. El sistema permite elaborar mapas donde poder visualizar la prevalencia de determinadas enfermedades, útiles para planificar medidas de prevención y control.
En el departamento de Sanidad Animal de NEIKER estamos utilizando esta herramienta para elaborar mapas donde se refleje la situación epidemiológica de determinadas enfermedades zoonóticas, en relación con la vegetación, ganado doméstico y fauna silvestre. Además, estamos recolectando los datos de ausencia/presencia de vectores de agentes patógenos para localizar sus posibles lugares de cría y vías de dispersión.