El pasado día 1 de diciembre falleció en Jaca, nuestro excompañero Lorenzo González Angulo. Lorenzo González era natural de Elgoibar y se licenció en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza en 1980. En 1982 obtuvo una de las primeras becas del Gobierno Vasco para incorporarse al Servicio de Investigación y Mejora Agraria (SIMA) donde llevó a cabo un estudio de las enfermedades respiratorias crónicas (asma, albamina o birikakoa) de las ovejas latxas, que los pastores vascos consideraban uno de sus principales problemas. Esta enfermedad, hasta entonces desconocida en España, resultó ser una infección por lentivirus descrita en Islandia en los años 50 y denominada Maedi-Visna. Lorenzo consiguió motivar al Gobierno Vasco para financiar su estancia en el Moredun Institute de Edimburgo, junto con la del entonces virólogo del SIMA, Juan Luis Gelabert, para confirmar mediante aislamiento del virus la etiología de la enfermedad. Este estudio constituyó el tema de su tesis doctoral titulada: “El maedi o neumonía progresiva en el conjunto de las enfermedades respiratorias crónicas del ganado ovino en la Comunidad Autónoma Vasca”, defendida en 1989, y que fue la primera Tesis vasca en Sanidad Animal. La publicación de este hallazgo constituyó uno de los primeros trabajos internacionales del SIMA y consolidó las bases para el establecimiento de una fructífera línea de investigación que tuvo su continuidad no solo en SIMA (posteriormente, NEIKER), sino también en otros centros europeos. Además, este trabajo proporcionó la primera y durante años, única patente en explotación de la investigación agraria de Euskadi que todavía hoy día sigue pagando regalías a NEIKER. En esos años, Lorenzo fue elegido por el resto del equipo como líder del grupo de Patología Animal, siendo finalmente reconocido como jefe del departamento hasta 1998, cuando la transición del SIMA a la sociedad pública que constituye hoy día NEIKER, determinó su permanencia en la estructura orgánica del Gobierno Vasco como funcionario del Departamento de Salud Pública. No tardó mucho en aceptar una oferta para trabajar en la Animal and Plant Health Agency del Reino Unido. Allí en su centro de Lasswade, cerca de Edimburgo, junto con G. Jeffrey desarrolló una intensa actividad de investigación en torno a la encefalopatía espongiforme bovina que justo se había convertido en una grave crisis europea tras su detección unos pocos años antes en el Reino Unido. Estos trabajos le llevaron a los más altos niveles de reconocimiento científico internacional con varias publicaciones de gran novedad, algunas de ellas en la revista Nature, y como editor del Journal of Comparative Pathology. La superación de la crisis de las encefalopatías y la jubilación del líder del grupo impulsó su regreso a España en el año 2016, retirándose definitivamente en Jaca en compañía de su familia, donde durante años, la proximidad a las pistas de esquí y a los ríos trucheros del Pirineo había satisfecho sus principales aficiones durante toda su vida. Los que tuvimos la suerte de conocerle, sabemos que era un investigador incansable, riguroso, serio y cercano a la vez. Lorenzo tuvo una influencia fundamental en la creación de la cultura científica del SIMA y, por extensión, en la ciencia veterinaria vasca, en la que siempre tendrá un lugar destacado.
Agur Lorenzo, maisu eta bidelagun!.