El pasado 15 de noviembre se trató en el Parlamento Europeo el tema de la enfermedad de Lyme. La enfermedad de Lyme, es una infección causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, transmitida a través de la picadura de garrapatas infectadas del género Ixodes. Los eurodiputados consideran que es un problema de salud pública en la Unión Europea, ya que se cifra entre 650.000 y 850.000 el número de casos. También insisten en la necesidad de que sea una enfermedad de declaración obligatoria para conocer su incidencia real, y hacen hincapié en la realización de programas de vigilancia, y en la implantación de medidas de prevención y lucha contra las garrapatas. Además insisten en la necesidad de fomentar la colaboración entre los Estados miembros para unificar los criterios de las pruebas diagnósticas y de los tratamientos. Las carencias actuales en estos aspectos dan lugar a diagnósticos tardíos, por lo que es una enfermedad infradiagnosticada. La infección se produce principalmente entre los meses de abril-octubre, y está reconocida como enfermedad laboral para aquellos profesionales que gran parte de la jornada laboral la desarrollan en plena naturaleza, como agricultores, ganaderos, apicultores, forestalistas, etc.
La enfermedad de Lyme puede cursar con síntomas inespecíficos, como fiebre, dolor de cabeza, fatiga; sin embargo, frecuentemente se produce una lesión cutánea característica llamada eritema migratorio. Esta lesión ocurre en aproximadamente el 60–80% de las personas infectadas, tiene un aspecto de halo rojizo que comienza en el sitio de la picadura de la garrapata, aumentando gradualmente en forma periférica. Si no se trata, la infección puede propagarse y afectar a las articulaciones, al corazón y al sistema nervioso. La mayoría de los casos de borreliosis se pueden tratar con éxito con antibióticos. Un problema añadido es que en general los pacientes no relacionan los síntomas con la picadura previa por garrapatas, por lo tanto no lo comunican a los facultativos y el diagnóstico se enlentece.
Hace un año en nuestro blog hablábamos sobre el interés mostrado por el Servicio de Fauna y Flora Silvestre del Departamento de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial de la Diputación Foral de Gipuzkoa en este tema, y cómo nos había encargado en 2017 el estudio del porcentaje de garrapatas Ixodes ricinus infectadas por Borrelia spp. en 11 zonas de Gipuzkoa. Pues bien, se detectó la presencia de B. burgdorferi en 4 de las zonas investigadas, con una tasa media de infección en ninfas entre el 1% y el 4.8%, valores sensiblemente inferiores a las observadas en centro Europa. A pesar de que las prevalencias medias observadas no son elevadas, siempre que se acuda al médico con síntomas como los descritos anteriormente, hay que comunicar a los facultativos si se ha padecido recientemente picaduras de garrapatas. B. afzelii, B. garinii y B. valaisiana fueron las genoespecies detectadas en este estudio, y coincide que son también las especies más prevalentes en Europa. B. afzelii y B. garinii son genoespecies patógenas para las personas, mientras que B. valaisiana no lo es. No se detectaron otras genoespecies previamente descritas en la CAPV, como B. burgdorferi sensu stricto y B. lusitaniae. Tampoco se encontraron otras recientemente identificadas en Europa, como B. bissettii, B. spielmanii o B. miyamotoi.
En España, está incluida en el grupo de “Enfermedades endémicas de ámbito regional” (BOE Martes 17 de marzo de 2015, Orden SSI/445/2015, de 9 de marzo) y las Comunidades Autónomas tienen que reportar el número de casos registrados en un informe epidemiológico anual que remiten al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Para más información sobre la borreliosis de Lyme, podéis consultar la página web: https://ecdc.europa.eu/en/borreliosis