Con la llegada del otoño coincidirán en el tiempo la segunda o sucesivas olas de COVID-19 con la epidemia de gripe y otras infecciones respiratorias víricas y bacterianas. El hecho de que compartan algunos signos clínicos hace que sea difícil su diferenciación. De hecho, el diagnóstico para diferenciar entre estas infecciones respiratorias y COVID-19 no puede establecerse únicamente por criterios clínicos ni radiológicos. Por ello, es fundamental disponer de test diagnósticos que permitan esta diferenciación o incluso que sean capaces de detectar una co-infección para poder tomar decisiones y tratar a los pacientes de forma correcta cuanto antes.
El método de diagnóstico de COVID-19 más utilizado hasta el momento para detectar la infección activa ha sido la RT-PCR. En estos momentos están en auge los métodos rápidos para detectar el antígeno no basados en ARN, sino en la unión antígeno-anticuerpo. En este caso, el test incluye anticuerpos frente a SARS-Cov-2 y el antígeno viral se detecta en la muestra del paciente. Estos métodos son muy útiles pues algunos permiten obtener un resultado en 15 minutos con valores de especificidad y sensibilidad superiores al 90%. Sin embargo, no serían capaces de identificar co-infecciones. El Departamento de Sanidad Animal de NEIKER está colaborando en el proyecto “Desarrollo de microarrays de anticuerpos y antígenos como plataforma para el diagnóstico y estudio epidemiológico de COVID-19 (BIOCHIP)” liderado por el grupo de Glicotecnología del CIC bioMAGUNE y cuyo objetivo es desarrollar un microrray en el que se inmovilicen anticuerpos frente a SARS-Cov-2, virus de influenza, coronavirus causantes del resfriado común y otros patógenos respiratorios, para poder hacer un diagnóstico diferencial y detectar posibles co-infecciones en una misma prueba. Concretamente NEIKER se va encargar de producir los anticuerpos frente a los diferentes antígenos utilizando la tecnología de hibridomas, de la que se tiene experiencia previa. Además, el proyecto cuenta con socios como el Hospital bioDonostia y Asparia Glycomics y está financiado por la SPRI, en el marco de las ayudas I+D COVID-19 para la financiación de proyectos de I+D de investigación fundamental e investigación industrial.