Cada 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013 para conmemorar la firma de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en 1973. La CITES es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos, que tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituya una amenaza para la supervivencia de las especies. Este acuerdo ha sido clave en la regulación del comercio de vida silvestre y en la protección de especies vulnerables en todo el mundo.
Uno de los retos sanitarios asociados a la interacción con la fauna silvestre es el riesgo de aparición de enfermedades emergentes que pueden generar brotes epidémicos de impacto global. Históricamente, enfermedades como el Ébola, el SARS o el COVID-19 han puesto de manifiesto la importancia de monitorizar y regular el comercio de especies silvestres para reducir estos riesgos.
El año pasado, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA, anteriormente OIE) y CITES firmaron un acuerdo histórico para trabajar conjuntamente en la reducción del riesgo de aparición de enfermedades asociadas al comercio internacional de fauna silvestre. Este acuerdo busca fortalecer la cooperación entre la conservación de la biodiversidad y la salud animal y humana bajo el enfoque «One Health».
La sanidad animal juega un papel clave en la mitigación de estos riesgos. La vigilancia epidemiológica de enfermedades en poblaciones de fauna silvestre es fundamental para detectar posibles patógenos emergentes y evitar su propagación. En este sentido, la vigilancia de especies susceptibles y el control de enfermedades en animales silvestres pueden proporcionar información crucial para la salud pública y la conservación.
Desde NEIKER, participamos en diversos proyectos de investigación orientados a la vigilancia y control de enfermedades en fauna silvestre, como por ejemplo VIGIA, VEPIFAUS e INFLUOMA, contribuyendo así a generar conocimiento sobre los patógenos que pueden representar un riesgo tanto para la biodiversidad como para la salud animal y humana.
En este Día Mundial de la Vida Silvestre, es crucial recordar que la protección de la fauna silvestre no solo es una cuestión de conservación, sino también de salud pública y sanidad animal. Un enfoque integral y basado en la ciencia nos permitirá reducir el riesgo de enfermedades emergentes y promover un equilibrio sostenible entre la naturaleza y la sociedad.