La vacunación frente a la paratuberculosis (PTB) estimula la respuesta inmune y se ha empleado de forma satisfactoria en el control de la enfermedad principalmente en ganado ovino y caprino, pero también en bovino, aunque en esta última especie la posible interferencia en el diagnóstico de la tuberculosis ha hecho que su uso no se haya extendido. Generalmente se recomienda la vacunación de los animales en los primeros meses de vida, bajo la premisa de que se debe estimular la respuesta inmune antes del primer contacto con el agente infeccioso (Mycobacterium avium subspecie paratuberculosis, Map). Esta estrategia, supone un abordaje efectivo frente a infecciones agudas, pero podría no ser la estrategia óptima en el caso de las enfermedades crónicas como la PTB.
En diversos estudios se ha visto que se pueden observar efectos beneficiosos también vacunando a animales adultos, por lo que se sospecha que la vacuna puede ejercer un efecto terapéutico, hecho que no ha sido posible confirmar en modelos observacionales.
En un estudio publicado recientemente por Arrazuria y colaboradores del grupo de micobacterias de NEIKER, se ha evaluado el efecto de la vacunación antes y después de la infección experimental con Map en el modelo de conejo. En este estudio se ha observado que ambas estrategias de vacunación disminuyen la carga de micobacterias en tejidos teniendo en cuenta los resultados del cultivo y de la PCR a tiempo real, aunque la vacunación posterior a la infección fue ligeramente más efectiva. Estos resultados sugieren que efectivamente existe un efecto terapéutico, abriendo la posibilidad de poder utilizar la vacuna como una estrategia de control a corto plazo en animales de alto valor económico y/o en los casos en los que no es posible vacunar a todo el rebaño. Aquellas personas interesadas puede acceder al trabajo completo (descarga PDF).
Fotografía tomada de: Alicia en el País de las Maravillas, Ed. de Martin Gardner. Ilustrador: John Tenniel