Lesiones neuropatológicas tras estimulación con BCG intravenosa e infección con SARS-CoV-2

El grupo de micobacterias del Departamento de Sanidad Animal de NEIKER-BRTA ha colaborado en el diseño y redacción del estudio recientemente publicado en Veterinary Research titulado “Neuropathological lesions in intravenous BCG-stimulated K18-hACE2 mice challenged with SARS-CoV2” (doi: 10.1186/s13567-024-01325-7) liderado por investigadores Universidad Complutense de Madrid y el que también participaron investigadores de otros ocho departamentos. Se trata de un trabajo planteado para estudiar el efecto no específico de tipo inmunidad entrenada (TRAIM) de la vacunación contra tuberculosis utilizada en humanos en un modelo de ratón transgénico con el receptor ACE2 humano. En él se ha visto que, contrariamente a lo observado en algunos estudios previos, la vacunación ha favorecido la difusión del virus y, en particular, su aumento en el encéfalo, al menos de forma transitoria.

Para ello se han utilizado un total de 45 ratones humanizados con el receptor ACE-2 por el que el virus SARS-Cov-2 hace su entrada a las células de del individuo. Los animales se dividieron en tres grupos: control no infectado (n=4), retado por vía intranasal (IN, n=22) y vacunado por vía endovenosa con BCG y retado por vía intranasal (BCG-IN, n=21) y fueron examinados clínica, serológica y patológicamente a los 3-4 días y a los 5-8 días post-infección. El grupo IN presentó una morbilidad del 40% frente al 60% del BCG-IN. Solo se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la carga viral en el cerebro a los 3-4 días. Al igual que en la calificación de lesiones histopatológicas en cerebro el grupo BCG-IN tuvo los valores más altos, mientras que los otros grupos no mostraron diferencias significativas, aunque en todos los casos, frecuencias y cuantificaciones fueron mayores en el grupo BCG-IN. De los 10 indicadores de respuesta inmune e inflamatoria, 5 presentaron valores más altos en el grupo BCG-IN, aunque solo en 3 de ellos las diferencias fueron estadísticamente significativas en el conjunto de animales. Aunque algunos de estos efectos fueron transitorios y al final del experimento, la mayor parte de los animales de ambos grupos habían eliminado la carga vírica, la proporción de animales del grupo BCG-IN que todavía presentaban lesiones era sustancialmente mayor. En definitiva, aunque los beneficios de la TRAIM no específica asociados a la vacunación con BCG han sido repetidamente demostrados tanto respecto a un variado rango de agentes infecciosos como incluso contra algunos tumores, la vacunación con este producto puede inducir respuestas individuales de agravamiento en determinadas circunstancias. Factores ligados a la administración como la vía, la dosis o los adyuvantes y a los receptores como la edad, el sexo o la exposición previa a diferentes tipos y dosis de agentes sensibilizadores pueden modular la respuesta esta respuesta, en principio, protectora en sentido negativo y resultar hacer que se produzcan respuestas nocivas divergentes de las esperadas. Por ello, es necesario profundizar en el estudio de los mecanismos de este tipo de inmunidad con el fin de maximizar los efectos positivos y minimizar los negativos cuando se pretenden utilizar para la prevención y el control de enfermedades.

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