Nuestro compañero Ion Iñaki Zendoia Beaumont defendió la tesis doctoral el pasado jueves, 9 de mayo en la EHU/UPV (Leioa), obteniendo la calificación de Sobresaliente Cum laude. La tesis ha sido dirigida por los doctores Ana L. García Pérez y Jesus F. Barandika.
La fiebre Q es una zoonosis de distribución mundial causada por la bacteria Coxiella burnetii, bacteria que tiene la capacidad de infectar a un amplio rango de hospedadores. En la mayoría de los territorios, entre ellos la CAPV, los rumiantes domésticos son el principal reservorio de la bacteria, siendo los pequeños rumiantes las especies que se asocian principalmente a los brotes de fiebre Q humanos. Durante los cuatro años de formación, se han realizado cuatro estudios, y para ello, en esta tesis hemos centrado la atención en la epidemiología de la infección por C. burnetii en los pequeños rumiantes, así como en el estudio de la prevalencia de la infección en las principales especies de animales silvestres del territorio. Por otro lado, se ha trabajado en el seguimiento de un brote de fiebre Q humano que tuvo lugar en un entorno natural, con un gran número de personas afectadas. En estos estudios también se ha investigado el periodo que puede permanecer C. burnetii viable en diferentes tipos de entornos. En el Estudio 1 se investigó la prevalencia de C. burnetii de las explotaciones de pequeños rumiantes de Bizkaia mediante el análisis de muestras de polvo recogidas en el interior de las instalaciones, a partir de las cuales se pudo realizar también un estudio de los genotipos predominantes de C. burnetii que afectan a estas especies. Se detectaron mayores prevalencias en explotaciones con presencia de ganado ovino, pero los ambientes con mayor contaminación ambiental pertenecían a explotaciones con ganado caprino. El genotipo de C. burnetii SNP8 fue el más abundante en las explotaciones de pequeños rumiantes. Posteriormente, utilizando la geolocalización de las explotaciones se confeccionó un mapa con los resultados mostrando las comarcas con mayor prevalencia, así como la distribución geográfica de los genotipos de C. burnetii.
Además, se realizó una recopilación de los brotes humanos de fiebre Q que se produjeron en Bizkaia en los últimos años y se observó que en todos los brotes en los que se conoció la fuente de infección estaba involucrado el ganado caprino. Por ello, se llevó a cabo el estudio de la cinética y progresión de la infección por C. burnetii en un rebaño caprino durante siete parideras consecutivas tras un brote de abortos de fiebre Q (Estudio 2). Se implementaron diferentes medidas de control en la explotación, pero la más importante fue la implantación de un plan de vacunación. Se vacunó inicialmente a la reposición y posteriormente, cuando se detectó una baja inmunidad en el rebaño, se vacunó a todos los animales del rebaño. En las tres primeras parideras tras el brote hubo un alto porcentaje de animales excretores de C. burnetii a través de los fluidos vaginales y las heces, mientras que la excreción a través de la leche estuvo limitada principalmente a la primera paridera. Se comprobó que la vacuna redujo de forma significativa la excreción bacteriana en los animales vacunados, y en especial, en las primíparas. También se estudió la contaminación ambiental de la explotación, donde se detectó ADN de C. burnetii en el exterior de la explotación durante cuatro parideras consecutivas, y dentro de las instalaciones hasta la sexta paridera. Se detectaron C. burnetii viables hasta la tercera paridera tras el inicio de los abortos, coincidiendo con el periodo con mayor porcentaje de animales excretores.
Por otro lado, se realizó el seguimiento de la contaminación ambiental por C. burnetii en un entorno natural (cueva de Baltzola, Bizkaia), asociado al mayor brote de fiebre Q humano acontecido hasta el momento en Euskadi (Estudio 3), y que estuvo causado por el genotipo SNP8. Este estudio ha puesto de manifiesto la importancia de la participación de un grupo multidisciplinar en la investigación de los brotes humanos de fiebre Q, desde la perspectiva One Health. En el trabajo de tesis, es relevante el estudio de viabilidad realizado a partir de muestras de polvo recogidas en la cueva, que ha dado a conocer que C. burnetii puede permanecer viable durante al menos dos años en condiciones de alta humedad y sin la radiación directa del sol.
El seguimiento de la infección por C. burnetii en la fauna silvestre de la CAPV (Estudio 4), señaló que los ungulados silvestres (corzo, jabalí y ciervo) pueden ser el reservorio principal de C. burnetii en el ciclo silvestre de la fiebre Q en nuestro territorio. Este estudio ha detectado por vez primera en la CAPV ADN de C. burnetii en ciervos y cigüeñas. Asimismo, al comparar los resultados con datos retrospectivos se comprobó que las prevalencias de ADN de C. burnetii en las diferentes especies no mostraron cambios significativos en una década. Los genotipos detectados en la fauna silvestre son compartidos con los de los rumiantes domésticos de la CAPV y han estado relacionados con brotes y casos humanos de Euskadi y/o de otros territorios.
Por lo tanto, teniendo en cuenta los resultados de esta tesis, se puede concluir que para el control de la fiebre Q en Euskadi, es de suma importancia realizar el control de la infección en el ciclo doméstico, pero también en el ciclo silvestre puesto que los ungulados silvestres pueden actuar cómo reservorio de la bacteria y compartir los genotipos con los rumiantes domésticos, con los que pueden tener estrecho contacto en el medio natural. Asimismo, el ganado caprino es la fuente principal de infección por C. burnetii en los brotes humanos. Para la erradicación de la infección en las explotaciones y territorios con altas prevalencias, se deben de tomar varias medidas de control durante varias parideras, siendo una de las más importantes la vacunación, acompañada de otras medidas de bioseguridad, que garanticen un descenso de la viabilidad de C. burnetii en el medio lo antes posible. Todo ello ayudará a disminuir la incidencia de la fiebre Q humana en la CAPV, porque tal y como hemos visto en esta tesis, C. burnetii es capaz de causar brotes humanos de gran magnitud.
Zorionak, Ion! Desde del Departamento de Sanidad Animal te deseamos suerte en tu nueva etapa.