Campylobacter: Todavía muchos aspectos por resolver

Las infecciones por Campylobacter son la principal causa de gastroenteritis en los países industrializados. Desde 2005 la incidencia de las infecciones por Campylobacter en la UE es incluso superior a la de las producidas por Salmonella. En 2014 se registraron 71.0 casos por 100.000 habitantes en la UE, aunque la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estima que los datos están infraestimados y el número real de casos puede alcanzar los 9 millones al año. De esta manera, la EFSA considera que el coste anual en gasto sanitario y pérdidas en productividad asociado a las infecciones por Campylobacter es de 2400 millones de euros.
Campylobacter coloniza de manera asintomática en el tracto gastrointestinal de gran número de mamíferos y aves, incluidas las especies animales destinadas al consumo humano (aves, cerdos y rumiantes). Sin embargo, la mayoría de los casos de infección en la población humana son atribuibles a un reservorio aviar. Así, la carne de ave contaminada es considerada la principal fuente de infección para las personas, bien por estar poco cocinada pero principalmente a través de la contaminación cruzada de otros alimentos ya cocinados o de consumo sin tratamiento térmico.
Una vez que Campylobacter entra en una explotación de pollos e infecta a los primeros animales, se extiende rápidamente y en poco tiempo coloniza a la mayoría de las aves de la nave. Aproximadamente el 70-80% de las muestras de contenido de ciego de los broilers al final del periodo productivo son positivas, aunque no manifiesten signos clínicos y sus parámetros productivos no se vean afectados. El control de la contaminación a nivel de la producción primaria se considera una de las vías más efectivas para reducir el riesgo de infección para las personas. Si bien hoy en día parece imposible conseguir lotes de pollos negativos a Campylobacter, el objetivo es reducir la carga bacteriana al final del ciclo productivo para así reducir el riesgo de contaminación de la canal.
Conocer mejor la epidemiología de la infección por Campylobacter en pollo de engorde, y el papel de la microbiota intestinal sobre el proceso de colonización por Campylobacter nos servirá para diseñar estrategias sostenibles de control que reduzcan los riesgos de colonización de las aves. En este sentido, en NEIKER se están llevando a cabo estudios encaminados a i) conocer la prevalencia de la infección por Campylobacter en las explotaciones ganaderas de la CAPV, no solo aviares sino también en rumiantes (DECO 12-00020); y, ii) evaluar el efecto de distintos factores sobre la microbiota intestinal de las aves y de ésta sobre la colonización por Campylobacter (INIA, RTA2013-00086-00-00).

Fotografía tomada de: http://www.aussiechickens.com.au/photos

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